El Trono Simbólico
La historiadora Joan Taylor afirma que Jesús probablemente nunca se sentó en un trono, como lo vemos en muchas pinturas u otras obras artísticas. Aunque esta sea una manera bastante difundida de retratar al Hijo del Hombre, el trono no es ni un poco verosímil. Aún así, no se puede negar que tal representación está cargada de elementos simbólicos, los cuales tienen relación con la admiración por parte de los fieles seguidores de Cristo.
La Nueva Apariencia
Tras estudiar estas obras de arte, los historiadores llegaron a conclusiones verdaderamente interesantes. Para ellos, es evidente que ciertos elementos de las obras originales fueron cambiados, con la intención de adecuarse a la temática religiosa. Tanto las pinturas como las esculturas y otras creaciones sufrieron mudanzas. En la pintura, tenemos el ejemplo de la espada siendo sustituida por la Biblia. Esta alteración cambia el sentido original, pues el guerrero se convierte en evangelizador.