Curiosidad persistente
Aquel extraño bulto de la ecografía de Lily persistía en mi mente. “Quizá no sea nada”, me dijo un colega, pero no podía quitarme la inquietud. Los pensamientos sobre aquellas sombras me atormentaban. Sabía que tenía que seguir investigando, asegurándome de que todo fuera seguro para ella y sus gatitos. Una vez que la clínica se asentara, pensaba indagar más.

Curiosidad persistente
Volviendo a acercarme a Lily
Cuando me acerqué a Lily, se levantó y sus ojos se encontraron con los míos. “Hola, chica”, saludé, y un suave ronroneo me respondió. Su mirada confiada me dio el empujón que necesitaba. “Volvamos a ello, ¿eh?” Dije con una sonrisa, animada por su actitud tranquila. Su fe en mí me inspiró para resolver esto.

Acercarme de nuevo a Lily