Decidida a salvar
Después de entrar en el quirófano, me invadió una gran determinación: estaba totalmente decidida a ayudar a salvar la vida de Lily. No era simplemente una paciente; se había convertido en un símbolo de resistencia. “Lo tenemos”, dije al equipo, dejando que la confianza se apoderara de mi voz. La sala zumbaba con precisión, cada miembro dispuesto a desempeñar su papel. Lily importaba mucho ahora y no podía permitir que se viniera abajo. Esta operación era su única oportunidad y teníamos que hacer que contara.

Decidido a salvar
Comienza la operación
Con cuidado, el veterinario empezó la intervención, haciendo una pequeña incisión mientras protegía hábilmente a los gatitos nonatos de Lily. Cada movimiento era controlado, con la intención de proteger las frágiles vidas que llevaba dentro. “Ya casi está”, nos aseguró, sin perder nunca la concentración. Lenta y constantemente, empezamos a extraer los extraños objetos extraños de uno en uno. La tensión en la sala era palpable, pero nuestra misión estaba clara: mantener a salvo a Lily y a sus gatitos a toda costa.

Comienza la operación

