Decidida a ayudar
En el fondo de mi corazón, estaba segura de que teníamos que resolver el misterio de Lily. “Lo resolveremos”, prometí a los demás, aunque en parte también intentaba calmarme a mí misma. El futuro de Lily estaba en nuestras manos, y nos habíamos comprometido a asegurarnos de que obtuviera la felicidad que merecía. Nuestra determinación compartida se convirtió en su mayor esperanza, y yo estaba firmemente decidida a descubrir el secreto que se ocultaba en su interior.

Decididos a ayudar
Otra mirada
Por fin realicé otra ecografía a Lily, examinando cuidadosamente su vientre hinchado. Mientras las imágenes parpadeaban en el monitor, algo inusual me llamó la atención. “Espera”, murmuré, ajustando la vista para afinar la imagen. Entre los diminutos contornos, un detalle destacaba como extraño. “No todos parecen gatitos”, susurré con creciente preocupación, dándome cuenta de que nuestro camino acababa de dar un giro extraño e inesperado.

Otra mirada